Un farmacéutico entra en la cárcel y le pregunta su compañero de celda:
- ¿Por que te trincaron?
- Es una historia muy larga.
- Será por tiempo...
- Pues ahí va. Fui al médico a que me recetase la viagra, ya que yo soy farmacéutico, pero honrado. El médico me mandó al urólogo, el urólogo al medico, el médico me mandó a hacer unas pruebas para el corazón. Llegue a casa y me encontré a mi mujer con otro.
- ¡Y lo mataste!
- No, le di por culo a él y después a mi mujer.
- ¡Te denunció el amante de tu mujer!
- No, pero estaba tan cabreado que fui al urólogo y le di por culo.
- ¡Te denunció el urólogo!
- Que va, se ve que le gustó. Después fui al médico y también le di por culo.
- ¡Fue el médico, te denunció el médico.
- Tampoco, a él también le gustó. Fue un día en el supermercado. Un tipo me pilló mangando una botella de whisky. Quiso convencerme para que no lo hiciera, y yo, le bajé los pantalones y le di bien dado, lo malo fue que a él no le gustó y era policía.
- Menos mal que aquí no hay viagra.
- No me hace falta. Es ver un culo y me pongo palote. ¿En qué litera voy a dormir?
- En la que quieras, yo esta noche no duermo.

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Entra a un café un hombre llevando a un mono con una correa.
Se sienta, pide una bebida para él y un zumo de plátano para el mono.
El animal se toma el zumo, tira el vaso al suelo y comienza a correr por todo el bar, lanzando gritos y haciendo destrozos.Finalmente, llega a la mesa de billar, se para, ve la bola blanca que esta sobre el paño
de la mesa; la agarra y se la come.
El dueño del bar, enfurecido, le recrimina al hombre:
- Óigame, usted, ¡Ese mono suyo es un salvaje, primero me destroza el bar y después se come mi bola de billar! Los voy a echar a patadas a usted y a ese bicho de mierda.
El hombre, avergonzado, le dice al dueño:
- No se preocupe amigo, yo le pago por todos los daños.
Dicho esto, saca un fajo de billetes y se va.
Al cabo de una semana vuelven el hombre y su mono al mismo bar. El hombre pide un trago para él y un zumo de plátanos para el mono. El mono esta vez se comporta decentemente; se toma su trago y se pone a caminar mesa por mesa, pero sin romper nada. En esto que ve sobre una mesa un helado con una cereza encima. Agarra la cereza, la mira bien, y procede a metérsela en el culo con toda delicadeza. Se la saca, la vuelve a mirar, y se la come.
El dueño del bar, indignado, otra vez le recrimina al hombre:
- Oiga! Ese bicho asqueroso suyo es un inmundo!. ¿Vio lo que hizo? Delante de todos mis clientes, se mete una cereza en el culo y después se la come.
A lo que el hombre le contesta:
- Si, mire, tiene que comprenderlo, con lo que le costó cagar la bola de billar, ahora antes de comer cualquier cosa primero la mide.

Estaba Noé en el arca con todos los animales, y para que no se reprodujeran, le corta el miembro a todos los machos y los pone en un saco grande, después de los 40 días de diluvio cuando ya están en tierra firme los reúne para devolverle su respectivo a cada uno...
Primero saca la del león y dice el león: esa es mía
Saca la del cerdo y dice el cerdo: esa es mía...
Luego saca la del burro, y la mona le dice al mono que tiene al lado: ¡dile que es tuya, dile que es tuya!

- Doctor, ¡ya no aguanto más! A pesar de todos mis esfuerzos, mi marido no me considera. Desde que nos casamos, él sólo habla de su mamá, mamá, mamá..... 
¡es como si yo no existiese!
   El psicólogo le pregunta si ya probó con hacer una cena especial.
 - Sí, pero no ayudó nada.
 - Tengo una idea, señora  -dice el psicólogo.
 - Si hay un lugar donde su suegra no puede rivalizar con usted, es en la cama. Esta Noche usted se viste con un vaporoso negligé y camisón negro de encaje,
todo transparente. Además póngase medias de encaje, un mini tanga y liguero negro, el color negro es muy sexy y excitante, maquíllese, use altos tacones
de pulsera, negros obviamente, además cambie las sábanas; coloque sábanas de seda, con ese ambiente seguro que no resiste. Si puede coloque unas velas
en lugar de luz eléctrica.
   La despampanante joven siguió todo el plan al pie de la letra, sin olvidar ningún detalle. Sentía un leve rubor en todo su cuerpo al preparase para
su esposo.
   La verdad es que ella misma nunca se había sentido tan sexy, provocadora y voluptuosa, al mirarse de cuerpo completo en el espejo, sintió deseos por
ella misma, de tan sexy que se veía.
   Al llegar el marido adopta una postura provocativa; él entra a la habitación, la ve y gritando pregunta con cara de desesperación:
 - ¿Por qué estás toda de negro? ¿Le pasó algo a mi mamááá?

- Cariño, se te ve el sujetador.
- Eso no es malo. Hay quien lo enseña adrede.
- Lo que tú digas, pero así no salgo contigo a la calle, Juanjo.

Un hombre se encuentra con un amigo por la calle y le dice:
- Manolo ¿qué te pasa que estás blanco?
- Nada Pepe, que vengo del médico y me ha dicho que deje de beber, fumar, hacer el amor...
- Y ¿qué vas a hacer?
- Pues qué quieres que haga Pepe, cambiar de médico.

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